La pregunta más tonta es la que nunca se hace, porque no obtiene respuesta y entonces no sirve para nada.

- ¿Qué productos o servicios ofrezco?
- ¿Cuán amplio es mi canal de distribución?
- ¿Soy lider en algún sector?
- ¿Tengo debilidades o asuntos que reforzar?
- ¿Qué hay de mis instalaciones?
- ¿Cuán elevado es mi nivel de experiencia?
- ¿Me siento cómodo delegando responsabilidades?

Las respuestas a estás preguntas generan una serie de atributos que personalizados en cada desafío, me permiten responder el ¿Cómo programo?.

Existen cientos de preguntas que nos podemos hacer, hay que ser creativo a la hora de jugar con esto.

De lo contrario el proyecto crecería descontrolado sin generar notorios resultados.

Programe su éxito haciendo las preguntas apropiadas para emitir las directivas oportunas en base a objetivos claros.

Reciba mis sugerencias para definir sus objetivos y ponga a su servicio experiencias anteriores que han conducido a buenos resultados.

Prevéngase tambien de aquellas experiencias que no dan resultados.